TOKIO (AP).- Pasajeros y trabajadores aeroportuarios fueron sorprendidos este miércoles en la terminal aérea de Miyazaki, en el sureste de Japón, cuando una bomba de la Segunda Guerra Mundial que estaba enterrada hace casi 80 años explotó en la pista central de despegues y aterrizajes. La detonación, que no causó heridos y tampoco afectó a ningún avión, dejó un gran cráter en el lugar, lo que obligó a las autoridades aeronáuticas locales a cancelar más de 80 vuelos.